
Trast. obsesivo compulsivo
El trastorno obsesivo compulsivo se define como un trastorno de ansiedad donde la persona tiene obsesiones (pensamientos recurrentes ) que le generan ansiedad, temor o aprensión. Ante la aparición de estos pensamientos parásitos la persona realiza algún ritual conductual (mental o visible) para neutralizar o evitar ese pensamiento, que llamamos compulsiones. Estas obsesiones y compulsiones generan un malestar importante en la vida de la persona ya que son esclavos de ellos y les alejan muchas veces de acciones importantes de su vida, punto en el que es recomendable pedir ayuda psicológica y seguir un tratamiento del TOC.
Este trastorno tiene alta incidencia en consultas. Algunos de los tipos más comunes son:
- Toc de limpieza y orden
- Toc de dudas y preguntas abstractas
- Toc de acumulación
- Toc para neutralizar pensamientos catastróficos o de miedo
Tratamiento TOC
El tratamiento del toc tiene como técnica fundamental la exposición con prevención de respuesta. La finalidad es exponerse a esos pensamientos o desasosiego sin realizar la compulsión.
Cuando aparece la obsesión en la mente de estas las personas se experimentan un miedo o incomodidad que la persona intenta quitarse por todos los medios. La forma más rápida a corto plazo es hacer o pensar algo que lo alivie. A corto plazo se consigue neutralizarla pero, a la larga, solo la estamos alimentando y haciéndola más fuerte.
Si hacemos esto durante un periodo largo de tiempo lo único que conseguimos es que la obsesión o el impulso sea más intenso y frecuente y aún nos cueste más resistirnos a hacer las compulsiones. Se produce así un círculo vicioso que causa un dolor emocional muy intenso y empieza a tener interferencias en nuestro día a día (pasar mucho tiempo limpiando en el caso del toc de limpieza o gastar casi todos nuestros recursos mentales en las neutralizaciones o rituales de pensamiento en el caso de toc de pensamientos catastróficos o dudas).
El tratamiento del toc consiste en dejar de ser esclavos de estas demandas de nuestra mente. Cuando dejamos de obedecerlas por sistema conseguimos “adelgazar” a la obsesión o el impulso, haciéndola cada vez menos poderosa y reduciendo, a medio plazo, su frecuencia e intensidad. Para ello tenemos que aprender a resistir y aceptar la aparición de los pensamientos o sensaciones que nos empujan a ello. Conseguir esto es una práctica a la que recurrimos en terapia. Con técnicas muy variadas y Mindfulness podemos aprender a notar cómo nuestra mente nos lanza miedos y pensamientos de todo tipo y no tenemos porque actuar según sus demandas.
La mente es una “máquina” de lanzar contenidos de todo tipo y tenemos que perderle el miedo y dejar de creer todo lo que nos dice para ,simplemente, observarla y tomar las decisiones que mejor nos vengan a largo plazo. En todos los casos neutralizar esos pensamientos no es la mejor opción a la larga porque nos quitan tiempo para invertirlo en quien queremos ser.
Las personas que padecen TOC suelen ser personas exigentes, hiperresponsables y rígidas. Al igual que obedecen rígidamente ante la aparición de las obsesiones también pueden presentar el mismo patrón en otros aspectos de su vida. Es por esto que analizar a la persona globalmente es fundamental en sesión. Para llegar a todas las áreas que se puedan estar viendo afectadas por estos patrones de funcionamiento.
Desde las terapias cognitivo-conductuales de tercera generación y la terapia de aceptación y compromiso te ayudamos a entender cómo funciona tu mente, sin juzgarla y sin obedecerla y priorizando aquellas cosas que son importantes y que han quedado relegadas a un segundo plano por el TOC
Si sientes que estás viviendo una situación parecida a la que hemos planteado aquí, no dudes en escribirnos y contactar con nuestro equipo profesional.